San Clemente Marie Hofbauer, comentario de Plinio Correa de Oliveira sobre el Santo del Día, 15 de marzo

El Santo del Día

San Clemente María Hofbauer, 15 de marzo

Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

Selección Biográfica:

Apóstol de Viena, nacido en Tasswitz, Austria el 26 de diciembre de 1751, murió el 15 de marzo de 1821.

Después de su curso de teología, Clemente ingresó en la Universidad de Viena para recibir capacitación en el seminario. No pasó mucho tiempo antes de que se diera cuenta de que algunos de sus maestros no estaban rechazando el Racionalismo del siglo XVIII. Buscaban una extraña reconciliación entre la doctrina católica y el pensamiento de la Ilustración.

San Clemente María Hofbauer, intransigente en su defensa de la fe católica

Desde muy joven, Clemente había sido dotado de un sentido católico seguro que le permitió distinguir con certeza cuál era la verdadera doctrina católica. Por lo tanto, estaba angustiado al escuchar estas doctrinas falsificadas.

Un día después de clase, se dirigió al maestro para presentarle las objeciones a la adaptación al pensamiento de la Ilustración que el profesor había hecho en su conferencia. El maestro trató de explicarle que sería muy difícil en el clima de la época seguir la doctrina tradicional de la Iglesia, ya que solo se aceptaba el lenguaje de la razón, ya sea desde el púlpito o desde las cátedras universitarias. Concluyó: "Tenemos que nadar con la marea si no queremos quedarnos atrás".

El simple hijo de un jornalero respondió: “Nadar con la marea en este caso es cobardía, ya que tenemos que luchar y nadar contra la marea de este océano. Quien quiera iluminar el camino de este siglo debe encender su antorcha a la luz del Apocalipsis”.

El profesor respondió: “Hofbauer, predicarás en bancos vacíos. Nuestra época ya no admite ese tipo de conversación".

Clemente respondió: “Si lo que dices es verdad, entonces ya estamos en los últimos tiempos anunciados por San Pablo, quien dijo que vendrían tiempos que ya no tolerarían la sana doctrina. ¿Qué diría San Pablo sobre su pensamiento, profesor?

En otra ocasión, un profesor afirmó en clase que la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen era solo una leyenda piadosa, y que ya no se debería hablar de ella en público. Clemente se puso de pie indignado y dijo: "¡Profesor, esta doctrina no es católica!" Y salió de la habitación.

"¡Quizás algún día un poco más de luz entre en la mente de este campesino!" gritó el profesor a su espalda en retirada. Pero se vio obligado a terminar la clase en ese momento, ya que la sala se había vaciado. Todos los estudiantes habían seguido a Hofbauer.

Comentarios del Prof. Plinio:

Es interesante notar e identificar aquí los métodos de la Revolución. El siglo XVIII nos parece muy remoto. Era la época de las literas, las faldas de aro y los sombreros tricornios. El siglo XIX también nos parece hoy lejano. Quizás algunos de ustedes no distinguirían el siglo de Ramsés II del siglo de la reina Victoria. Casi todo lo del pasado parece estar inmerso en el mismo trasfondo histórico nublado.

La Ilustración estuvo representada por Voltaire, izquierda, y su "discípulo" el rey Federico II de Prusia, derecha

Bueno, en esa época que nos parece tan antigua, los hombres ya se imaginaban muy modernos. Ya defendían la idea de que hay que ceder un poco ante la Revolución para no renunciar a todo. Este lema ya se estaba adoptando: "Cede, para no perder". La misma corriente modernista que vemos hoy ya usaba los mismos métodos y asumía el mismo tipo de cobardía.

Nótese, por ejemplo, la amenaza que el profesor le hizo a San Clemente María Hofbauer: "Cuando te vayas de aquí, predicarás a los bancos vacíos". Es lo mismo que nos dicen: la doctrina que defiendes ya no puede atraer a los hombres hoy.

Pero en realidad lo que sucedió fue que San Clemente habló y toda la clase lo siguió. Por tanto, la situación no estaba tan perdida como la presentaban. Es un hecho que la Ilustración ejerció una gran influencia en el liderazgo y en algunas de las bases. Pero todavía había personas que estaban dispuestas a seguir a alguien que actuase con valentía y asumiese la posición católica completa. Ayer, al igual que hoy, lo correcto es decir toda la verdad.

También es interesante ver cuán contrarrevolucionaria fue la posición de San Clemente María Hofbauer. Luchó contra el lema: "Ceder para no perder". No cedió ni una pulgada ante la amenaza de que estaría predicando a los bancos vacíos. Si esto, de hecho, sucediera, su conclusión fue que el fin de los tiempos había llegado. Su profesor no quería pensar en tal cosa. Como casi todos los progresistas de hoy, los liberales de esa época no querían considerar esa posibilidad; para ellos, el tiempo no tiene fin. Al contrario, lo que quieren es más tiempo para disfrutar de la vida. El mismo espíritu que se opuso a San Clemente Hofbauer en los siglos XVIII y XIX nos combate hoy.

En las similitudes que encuentras en este episodio de la vida de San Clemente Hofbauer y en lo que sucede hoy en nuestra lucha, puedes ver una de las principales leyes de la Historia. Es decir, que hay una continuidad en el mismo buen espíritu y el mismo mal espíritu luchando entre sí a través de los siglos.

Los contrarrevolucionarios se unen en una cadena histórica bajo la protección de Nuestra Señora

Por eso no debemos considerarnos como un pequeño grupo que está separado de todos en el pasado y el futuro, como algo que de repente apareció de la nada separado de todo, como un corcho flotando en el océano. No, no estamos solos, somos los que estamos unidos a toda una corriente de católicos, los que continúan y mantienen un estado de ánimo que existe desde el comienzo de la Historia y que perdurará hasta el final. Somos un eslabón de la más magnífica y majestuosa de las cadenas, la cadena de los esclavos de Nuestra Señora que aplastarán la cabeza de la serpiente.

En el ejemplo de San Clemente María Hofbauer, podemos ver que los enemigos que combatió son los mismos que los enemigos que combatimos. Nuestra lucha no empezó hoy. Es una pelea que comenzó hace mucho tiempo y que durará mucho más. Es parte de una cadena de oro que comenzó en el Antiguo Testamento y continuará hasta los últimos días de la tribulación cuando los últimos católicos seguirán luchando incluso si consideran que todo está perdido.

En ese momento vendrá el Hijo del Hombre, Nuestro Señor Jesucristo, con gran pompa y majestad para conquistar, juzgar y cerrar la Historia. Y luego, esta cadena estará completa y todos sus miembros se unirán, por el favor de Nuestra Señora, en el Cielo.


Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

El Santo del día Las características más destacadas de la vida de los santos se basan en los comentarios realizados por el fallecido Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, quien solía hacer charlas similares para los chicos de su colegio, cada tarde era la costumbre del profesor Plinio hacer un breve comentario sobre las vidas del santo del día siguiente en una reunión para jóvenes con el fin de alentarlos en la práctica de la virtud y el amor por la Iglesia Católica. TIA pensó que sus lectores podrían beneficiarse de estos valiosos comentarios.

Los textos de los datos biográficos y los comentarios provienen de notas personales tomadas por Atila S. Guimarães de 1964 a 1995. Dado que la fuente es un cuaderno personal, es posible que a veces las notas biográficas transcritas aquí no sean rigurosas siguiendo el texto original leído por el Prof. Plinio. Los comentarios también se han adaptado y traducido para el sitio de TIA.